Entrevista de Miradas al Sur a José Luis Gioja. Gobernador de San Juan.
En diálogo exclusivo con Miradas al Sur, después del trágico accidente aéreo que sufrió en el mes de octubre, el gobernador de la provincia de San Juan José Luis Gioja realizó un balance de su vida. Tranquilo, cordial, amistoso. Gioja habla afectuosa y calmadamente. El pasado reciente fue casi milagroso para su vida, el presente es retomar actividades y encargarse de los problemas de su provincia. En un momento clave de la política nacional, Gioja, acompañado por Jorge Capitanich y Daniel Scioli, se mostró en la Fiesta Nacional del Sol y manifestó que quiere ser “prudente con los tiempos de las candidaturas”.
Lo único que evité fue la terapia intermedia, porque estaba bien. De terapia intensiva salí caminando, siempre con autorización del médico.
Después del Hospital Italiano, me fui a un convento de la congregación de mi hija. La verdad, ese tiempo fue de felicidad total, estábamos solos con mi familia. Las monjas se habían ido de viaje y no había nadie, allá tenía un espacio para hacer rehabilitación, podía caminar, me mimaron mucho. Cuando uno hace política, no tiene tiempo para nada y de golpe uno debía llegar a la una para comer con la familia pero se queda trabajando, se queda resolviendo algo. Entonces poder haber convivido con ellos fue una gran experiencia. Además, mi familia, como todos los sanjuaninos, me consta, hicieron fuerza para que me recupere.
Sí, me pidieron que fuera prudente. De hecho me cuidan, soy un mimado. Viene un día cada uno, se van turnando. La conclusión más fuerte que saco de todo esto es que Dios existe y ayuda al que lo ayuda a ayudar, por eso creo que no hay que aflojar nunca. Tener los afectos, la familia cerca, eso me sirvió mucho, me hizo muy bien.
Porque me autorizó el médico, porque me sentía bien y porque aquí hay un equipo de compañeros que se hizo cargo de la situación, que anduvo muy bien. Hubo algunos problemas, pero se pudieron resolver porque hay armonía. Ya estando en San Juan, empecé a venir dos horas a la mañana, dos horas a la tarde, ahora hago tres horas y tres horas. Además voy a kinesiología a las 8 de la mañana, para no cortar el día, llegó a la casa de gobierno a las 10 y a la tarde hago rehabilitación, de 16 a 17.30, a la Gobernación llegó a las 18 para no tener excusas y cumplir la rehabilitación. ¿Que gané con todo esto? La vida me enseñó a quererme más y eso significa, también, querer más a los afectos, a las cosas personales. Siendo uno un hombre público, hay muchas cosas difíciles de disfrutar, por ejemplo los hijos. Mi hijo menor tiene 26 años y cuando me di cuentan era un tipo grande, había crecido y se me pasó.
Pero creo que ahora tengo mejor medidos los tiempos.
Ninguno en particular, yo quería liberar al vicegobernador. Estando yo acá, en San Juan, era más difícil no asumir. En Buenos Aires nos juntábamos una vez por semana para resolver temas e íbamos hablando por teléfono todos los días. No obstante, él sabe que todavía me tiene que reemplazar en un montón de cosas. Sobre todo en actos, recién ahora voy a ir a la Fiesta del Sol.
No es fácil resumir. La memoria quizá no ayuda a rescatar algunos momentos entre tantas cosas. Pero reivindico la lucha estudiantil en la época de los ‘70. Me quiero olvidar, pero no puedo, de los nueve meses y pico de falta de libertad porque vos estabas metido ahí adentro sin saber lo que pasaba. Más allá de que para mí terminó siendo un orgullo que la dictadura sea la que disponía de mi vida, por suerte todo eso acabó. Reivindico haber aportado algunos datos como testigo cuando fui a declarar en los juicios de lesa humanidad, haber podido ayudar para que la verdad, la memoria y la justicia aparezcan. Reivindico, también, haberme criado en un pueblo como Jachal, que está a 150 kilómetros de la capital de San Juan, y haber tenido una formación allí en un lugar lleno de sabios, de tipos que quieren la vida, que caminan despacito, que son meditadores, que les gusta sentarse con un vaso de vino y ganarse dos o tres horas hablando de cosas que hacen a la vida, a la amistad, y no viven apurados. Odio los que viven apurados para ir a tomar un café a la esquina, o los que se hacen los apurados para sacar alguna ventaja. Lo que no significa que haya que quedarse sentado esperando que pase el tren. Sin duda, para los provincianos que trabajamos en política, el sueño del pibe es poder gobernar tu provincia. Y esta desgracia que pasó fue, también, un poco por esto, estábamos recorriendo pueblos, inaugurando obras, en campaña. Por suerte lo puedo contar, revivir estas cosas es lo mejor que me puede pasar, estar con vida, en pleno proceso de recuperación.
Deseo que nos vaya bien. Creo que este año y monedas que quedan de gestión hay que ratificar la conducción de la Presidenta para que este periodo termine bien. Ella expresó que no quiere ser candidata y creo que hay que ser prudente con los tiempos para las candidaturas nuestras. Apuesto mucho a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, que nosotros, la elección pasada no usamos y, por eso, no nos fue bien, ni en el país ni en San Juan. La oposición sí las usó, y las usó bien. Creo que ahora la vamos a usar bien. Yo respeto a todos los que quieran postularse, porque es legítimo. Y sirve, además, que el que tenga ambición y se sienta motivado cuando escucha la marcha peronista o cuando escucha hablar de nuestra bandera, tenga la obligación de participar en la interna. Tratar de lograr acuerdo primero y si no hay acuerdo participar de las primarias, en ellas la gente termina eligiendo.
Lo he dicho y lo ratifico, Scioli es un dirigente representativo. Pero también creo que hay que ser muy prudente con los tiempos. Es muy probable que Scioli sea cabeza de algún sector para las PASO si no hay acuerdo general. Y si hay acuerdo, bienvenido.
Ni lo uno ni lo otro, me parece que no es tiempo. Lo mejor que podemos hacer es ser prudentes para no generar complicaciones.
Son antidemocráticos, yo estaba reincorporándome a la función. No los he vivido a fondo, pero indudablemente son acciones que tienen que ver justamente con desestabilizar. Hay que entender que la democracia tiene períodos gubernamentales que deben ser cumplidos.
San Juan está dentro del complejo de lo que llamamos economía regional, y a las economías regionales las medidas tomadas les vinieron bien. Las volvieron más competitivas, sin ninguna duda. Lo que hay que ver, que creo que ya se está haciendo, es que esas medidas no ajusten a los sectores más vulnerables. Me parece que el exceso de especulación por parte de algunos ha favorecido que podamos reaccionar y que la cosa se haya ordenado: el Banco Central comprando reservas o que el dólar no sea la noticia del día, porque nos metían todo eso en la cabeza. La tapa del diario con el dólar paralelo para generar zozobra y especular. Creo que ese tiempo pasó y que Argentina está en condiciones de seguir caminando muy bien.
Jamás bajé los brazos, nunca se me ocurrió que podía no hacer lo que estoy haciendo ahora. Ni a mí, ni a mi familia, tampoco, nunca se nos pasó por la cabeza. Esto de que la fe mueve montañas y que él que está arriba ayuda, es cierto.
No es cuestión de fuerza sino de subsistencia, el animal quiere vivir, salvarse. Me parece que eso es lo que hay que hacer, no bajar los brazos, sobre todo siendo racionales. Voy a contar una anécdota: en 1976, cuando estábamos ahí adentro, “de vacaciones”, siempre nos agarraban los torturadores a cuatro o cinco y, para lucirse, nos empezaban a pegar.
Claro, era un tipo de tortura que repetían. Entonces, nosotros habíamos aprendido que cuando apenas nos tocaban teníamos que gritar, teníamos que gritar mucho, aunque no nos doliera. Para hacer el show, que era lo que querían ellos, verte sufrir. Y me acuerdo que una vez, me dieron un golpe en el estómago y empecé a gritar. Y entonces vino uno y me dijo: “No te hagás el boludo, flaco, vos sabés cuánto más podes resistir. Vos no sabés cuánto aguanta la vida todas estas cosas, no te hagás el boludo”. Eso se me quedó grabado. Y es cierto: la vida que es lo más lindo cuesta mucho pero no hay que dejarla ir.